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jueves, 17 de junio de 2010

Y fueron tantas las veces que fui en contra de toda mi verdad... tantas las veces que te perdí, o que no te supe ganar. Quizá yo nunca te tuve, por eso, nunca te perdí. ¿Cuál es mi punto a favor? ¿Que nunca te perdí? ¿O acaso, que nunca te conquisté, es mi mayor derrota? Mi única lección, después de tantos años, es haber aprendido a tener dos puntos de vista sobre cada situación, dos lecturas diferentes y totalmente opuestas. No voy a hacerme promesas quebrantadizas, pues solo conseguiré quebrantar también mi fe en mi propia palabra. No voy a hacerlo y, sin embargo, necesito prometerme que tan solo me permitiré disfrutar una vez más de tu paraíso... un último "revolcón" antes de poner fin a la mentira más grande de mi vida. Ya no me la creo ni yo...

aquí estoy, vivita y coleando, después de haber echo mil y un exámenes.

10 comentarios:

  1. Hace tiempo decidí dejar de hacerme promesas a mi misma porque, tarde o temprano, me fallaba y no las cumplía.


    Pdt: Al fin volviste. Espero que, al menos, te hallan salido bien los exámenes :D

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  2. Me encanta descubrir blogs como el tuyo

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  3. :)
    Por fin te vuelvo a leer ;)

    Beso!!

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  4. estos examenes que atentan a la vida*

    besosdulces*

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  5. buaaa!
    tus ocho mil exámenes parecen haberte dejado intacta y requeteinspirada!!!! Me encanta lo que has escrito.... Me identifico taaanto, taaaanto, taaanto.....

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  6. Creo que lo bueno es quererse a uno mismo, aunque suene un poco egoísta, pero es la única forma de estar bien con la vida, de sonreír al despertar...

    Te sigo, y te espero por mi blog.


    Saludos!

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  7. tengo una amiga que siempre me dice que no debo prometer ni jurar jamás... y yo pienso igual!
    un beso :)

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