Tú y yo nunca coincidimos, será casualidad, o no... porque somos tú y yo, precisamente. ¿Deberíamos sentirnos diferentes el uno respecto del otro por ello? ¿Porque el destino se empeña en separarnos? Porque no siempre puedes ser tú el que lo consiga, aunque hubo un tiempo en que yo pensaba que tú te anteponías a todos nuestros encuentros, y los evitabas. Evitabas pasar por donde yo, no me esperabas, siempre te marchabas antes, por otro camino, aunque fuera más largo. Todo con tal de no encontrarte con mi mirada, que dejaría tus pecados al desnudo en un instante. Y yo, que me siento prisionera de ti, siento no querer que mis ganas de esperarte se agoten. A la salida de cualquier bar, en cada esquina, en cada portal, enfrente de tu puerta, al lado de tu cama... en cualquier lugar, hasta el fin de los tiempos. Yo quiero un trocito tuyo para mí, yo tan solo quiero atrapar tu corazón.